El envejecimiento de la sociedad es un fenómeno que se observa cada vez con mayor frecuencia en los países desarrollados. También se puede detectar en las carreteras, ya que cada vez nos encontramos con un mayor número de conductores que superan los 50 años. Los conductores veteranos tienen una gran experiencia, pero las condiciones específicas de su edad hacen que puedan tener problemas a la hora de tomar la decisión adecuada con la rapidez necesaria ante una situación potencialmente peligrosa. ¿Cómo se deben equipar los coches destinados a este grupo de edad?
Según la ONU, hasta el año 2050 la esperanza de vida promedio aumentará de 77 a 83 años en los países más desarrollados. El envejecimiento de la sociedad es visible especialmente en la Unión Europea, donde en el 2050 las personas mayores de 50 años constituirán hasta el 50% de la población total. Tanto en EEUU como en la Unión Europea, los conductores de más de 65 años no dejan de aumentar y se trata de una tendencia que se acelerará en los próximos años. El principal motivo es que el desarrollo de la medicina facilitará que los mayores vivan más años y con mejor salud.
En paralelo al incremento de su salud y estado de forma, se prevé que las personas mayores conduzcan más sus propios vehículos e, incluso, realicen un mayor número de viajes y más largos. Está demostrado que la edad influye, de manera objetiva, en la conducción de un vehículo. Especialmente porque las condiciones actuales de las carreteras difieren sustancialmente de las de hace algunas décadas. Los conductores de edad avanzada se han convertido en objeto de estudios internacionales realizados a gran escala. Estos han permitido detectar una serie de características comunes a este colectivo y su influencia en la seguridad en las carreteras.
¿Cómo influye la edad del conductor en la seguridad?
Se calcula que los conductores deben tomar, de promedio, entre 8 y 12 decisiones en cada kilómetro recorrido. En ocasiones, es necesario decidir qué maniobra realizar en menos de un segundo. Por lo tanto, cualquier limitación en la vista, el oído o la capacidad de concentración puede tener una influencia sustancial en la elección a tiempo de la acción adecuada. Las pruebas realizadas a conductores mayores han demostrado que el 50% de los accidentes en que se ven involucrados tiene lugar en cruces.
Se ha constatado que las personas mayores pueden tener problemas de concentración y para dividir su atención mientras conducen. En el plano físico, la mayoría de su problemas están relacionados con la vista: disminución de la agudeza visual, falta de nitidez en el contraste y campo de visión más estrecho, principalmente. Estas deficiencias influyen negativamente en una cuestión básica en la conducción como es la evaluación de la distancia respecto a os otros vehículos, un aspecto importantísimo para evitar accidentes, sobre todo en los cruces.
Un estilo de conducción más seguro
Sin embargo, las pruebas también demuestran que los conductores de edad avanzada se comportan de forma más segura que los de otros grupos de edad. Las limitaciones relacionadas con la edad se compensan, entre otras cosas, con: disminución de la velocidad de conducción, elegir las rutas que mejor conocen o evitar la conducción nocturna.
Además, a diferencia de los conductores más jóvenes, los mayores casi nunca conducen bajo los efectos del alcohol y, por lo general, se toman muy en serio la obligatoriedad de a abrocharse el cinturón de seguridad. La conclusión más importante es que los conductores mayores toman, por lo general, buenas decisiones, aunque también necesitan más tiempo para ello.
Equipamiento de coche para personas mayores
Un equipamiento interior adecuado es un factor favorable, que puede contribuir a aumentar la seguridad en la conducción de las personas mayores. Las personas de más edad sufren con frecuencia dolores musculares y problemas de movilidad, que pueden intensificarse durante la conducción y hacerla más complicada. Por lo tanto, un aspecto importante es seleccionar un coche con un equipamiento que sea cómodo, en especial los asientos y el reposacabezas, con el fin de facilitar la conducción diaria. Por otro lado, los problemas de concentración y la mayor lentitud a la hora de reaccionar ante imprevistos propios de las personas mayores, pueden contrarrestarse con equipamientos del vehículo enfocados a simplificar la conducción.
En un primer momento, podría parecer que la solución óptima para los conductores de más edad sean los coches autónomos o semiautónomos. Se trata de vehículos aquellos que disponen de cámaras y sistemas inteligentes que sustituyen a los conductores en la toma de decisiones y realización de algunas maniobras.
Sin embargo, según una encuesta realizada por la American Automobile Association (Asociación Estadounidense del Automóvil), sola una de cada diez personas mayores estaría dispuesta a comprar un automóvil con funciones inteligentes. Es el resultado, entre otras cosas, de la costumbre de este tipo de personas a los sistemas de conducción tradicionales y a la falta de confianza en las nuevas tecnologías. Por lo tanto, la mejor solución sería la instalación de sistemas de seguridad pasiva adaptados a las necesidades individuales de las personas mayores.
Tecnologías y sistemas modernos para personas mayores
Un elemento clave de un coche para personas mayores es un asiento cómodo con posibilidad de adaptación multinivel a la figura del conductor. A ser posible, mediante una sola pulsación a través de un sistema electrónico. Las tecnologías de última generación, junto a los materiales más avanzados, como el Polipropileno Expandido (EPP), permiten una fabricación rápida, económica y precisa de este tipo de soluciones
Gracias a su gran ligereza, los componentes de EPP disminuyen el peso de los elementos y, al mismo tiempo, los dotan de conductos que permiten incorporar el cableado necesario para las funciones automáticas. Otra solución excelente es el reposacabezas activo con relleno de EPP, el cual proporciona un soporte sólido para la cabeza y la estabiliza en caso de colisión. También se pueden fabricar con Polipropileno Expandido reposabrazos muy cómodos y reposapiés montados debajo de la columna de dirección, los cuales protegen contra lesiones en las piernas.
Además de los controles de alta resolución, una ayuda importante para los conductores mayores sería aumentar la visibilidad a través del parabrisas delantero, usando para ello pilares más estrechos. Las tecnologías modernas de procesamiento del EPP permiten un equilibrio óptimo del peso y la resistencia mecánica de los componentes, gracias a lo cual es posible lograr el efecto esperado.
El siguiente aspecto que debemos considerar es la protección contra los impactos laterales, especialmente durante los accidentes en los cruces. En esta cuestión, lo paneles fabricados de EPP funcionan muy bien como relleno de puertas, formando un amortiguador de seguridad duradero para los pasajeros. De hecho, el Polipropileno Expandido tiene una gran resistencia ante los golpes, por lo que se utiliza incluso en la fabricación de parachoques.
Entonces, ¿cuál debería ser el mejor coche para una persona mayor?
La respuesta más simple es uno seguro. Para conseguirlo, es fundamental realizar una selección correcta de los elementos de los sistemas de seguridad pasiva. Estos condicionan , en gran medida, la comodidad y seguridad de los conductores mayores. El principal valor de incorporar en un vehículo elementos de seguridad pasiva fabricados con los componentes adecuados es garantizar la protección eficaz en caso de una posible colisión.
Además, al proporcionar una posición corporal cómoda evitan problemas de dolor durante la conducción de un automóvil, ayudando a mejorar la concentración del conductor. Todos estos aspectos adquieren una mayor importancia en las personas mayores, puesto que son más propensos a sufrir lesiones que los grupos de edad más jóvenes.