El concepto de coche compartido suele figurar entre las megatendencias que cambiarán el automóvil en los próximos años, es decir, la electromovilidad, la conectividad a Internet de los coches y la autonomía. Estas tendencias están precipitando cambios en la forma en que diseñaremos y fabricaremos automóviles, incluso en los próximos 10 años.
Car sharing – impacto en el mercado del automóvil
El uso compartido del automóvil se percibe actualmente como una respuesta a algunos de los desafíos que enfrenta la civilización moderna. La posibilidad de alquilar un coche de pasajeros por minutos en cualquier momento y lugar hace innecesaria la propiedad del mismo. Esto reducirá el número de coches en las ciudades, limitará el problema de la contaminación del aire y aliviará los presupuestos de los hogares, especialmente en los que tienen más de un coche. Según algunas estimaciones, en 2030, los coches de pago por minuto ofrecidos por los servicios de carsharing representarán el 30% de todos los coches de Europa. Para entonces, cada tercer kilómetro será recorrido con esta fórmula. Este desarrollo dinámico del coche compartido no sería posible si no fuera por la introducción de nuevas tecnologías en la industria automovilística, pero el concepto en sí mismo está teniendo un fuerte impacto en la forma en que pensamos sobre los vehículos de motor. Sobre todo, la intensidad de su explotación está aumentando, lo que plantea desafíos a los fabricantes de piezas de automóviles en lo que respecta a la mejora de la economía de uso y el diseño de construcciones más duraderas con la aplicación de plásticos modernos más duraderos y ligeros.
Pago por minuto de alquiler de coches – ¿cómo funciona?
Un concepto que es importante para entender el fenómeno del coche compartido es la economía del reparto. Tiene su origen en varios tipos de plataformas en línea que permiten el acceso a algún objeto, servicio o habilidad sin transferencia de propiedad. De esta manera, un coche de pago por minuto puede ser solicitado en cualquier lugar a través de un smartphone a cualquier hora del día y de la noche durante cualquier período de tiempo, sin necesidad de redactar complicados contratos. Basta con ser miembro de una organización que preste servicios de coche compartido. El precio del alquiler de coches depende de la duración del uso y cubre el seguro y el combustible, y al final del viaje, el coche puede ser aparcado en cualquier lugar o en una plaza de aparcamiento designada. Es precisamente la ausencia de complicadas formalidades, la disponibilidad ilimitada y la practicidad de la solución lo que ha hecho que el coche compartido sea una alternativa atractiva a la propiedad del coche en las zonas urbanas, en particular para las personas que recorren diariamente distancias cortas. Se estima que si no conducimos al menos 10.000 kilómetros al año en nuestro propio coche, sería más económico aprovechar el servicio de coche compartido, sobre todo porque las tarifas de los seguros y los precios del combustible están subiendo.
El coche compartido y el mercado de los coches eléctricos
El modelo de negocio que es el car sharing tiene un impacto en otras tendencias de la industria automotriz, particularmente en la electromovilidad. Uno de los factores que inhiben el ritmo de su desarrollo son los precios de los coches eléctricos. Gracias al coche compartido, los usuarios ya no tendrán que comprarlo para beneficiarse de sus ventajas sin limitaciones. Los privilegios para los coches eléctricos incluyen plazas de aparcamiento dedicadas, conducción en carriles de autobuses y acceso a zonas verdes de tráfico, que siguen aumentando en número. El grado de "conectividad del automóvil", o acceso a Internet para automóviles, también está creciendo. Gracias a esto, los servicios de alquiler de coches eléctricos conllevan menos riesgos para los operadores, ya que están continuamente conectados al servicio de despacho, lo que elimina el riesgo de robo, y si el coche está dañado, el culpable puede ser encontrado rápidamente. Los coches son cada vez más inteligentes y, en algún momento, se convertirán en vehículos autónomos que recogerán a los usuarios directamente de sus casas.
El uso compartido del automóvil también está intensificando la explotación de los automóviles. El tiempo de explotación aumenta de la hora estadística en el tráfico urbano a 7 o incluso 15 horas diarias, dependiendo del número de personas que alquilan el coche en el transcurso de un día. Esto es muy significativo para el medio ambiente y para el ahorro de recursos naturales, pero también afectará a la forma en que se diseñan y fabrican las piezas de automóviles.
Desafíos y nuevas soluciones para la industria automotriz
El aumento del tiempo medio de explotación del automóvil significa que las expectativas relacionadas con la durabilidad, el consumo de combustible y la seguridad de los automóviles cambiarán. Los coches eléctricos son la solución ideal para compartir el coche, ya que son baratos de operar, sin embargo el problema de la capacidad de la batería y el acceso todavía limitado a las estaciones de carga sigue sin resolverse. La resistencia de los coches y la aplicación de nuevas soluciones de materiales que puedan contribuir a mejorar ciertas especificaciones de los coches del futuro son también aspectos importantes. Uno de estos materiales prospectivos es el polipropileno expandido (EPP), que ya está reemplazando eficazmente las espumas tradicionales que son difíciles de desechar en el interior de los automóviles. El EPP también es mucho más ligero que estas espumas y tiene una mayor resistencia a los impactos y a la deformación, por lo que reduce el peso del equipamiento del coche y, al mismo tiempo, mejora la seguridad de los pasajeros. Con esta materia prima se pueden fabricar toda una serie de piezas y componentes de automóviles, como rellenos para los reposacabezas y los asientos traseros, amortiguadores en los parachoques, revestimientos para el techo y alfombras para el suelo. Su gran ventaja sobre los plásticos tradicionales es también el aislamiento térmico, gracias al cual puede contribuir a resolver el problema de la regulación de la temperatura en las cabinas de los coches eléctricos. Como materia prima renovable, el EPP es reciclable y, tras su procesamiento, puede servir, en su totalidad, para la fabricación de nuevas piezas, lo que puede tener una importancia no trivial para los costes de las reparaciones y la fabricación de piezas de recambio, por no mencionar los beneficios para el medio ambiente.