Ford llamó la atención de la prensa internacional y de la industria de la automoción cuando el pasado mes de junio anunciaba que cada uno de sus vehículos contiene el plástico reciclado de 250 botellas, lo que supone la reutilización de 1.200 millones de botellas por año.
Un año antes, Volvo aseguraba que en 2025 al menos el 25% de los plásticos utilizados para la fabricación de sus coches serán reciclados, como parte de un plan anticontaminación alabado por las Naciones Unidas. La compañía sueca instaba a las empresas proveedoras del sector automotriz a trabajar más estrechamente con los fabricantes para desarrollar una próxima generación de componentes lo más sostenibles posible, con especial atención al uso de plásticos reciclados.
Precisamente, uno de los retos principales de Knauf Industries Automotive es desarrollar procesos industriales comprometidos con la sostenibilidad y que den como resultado materiales cada vez más respetuosos con el medioambiente. Por eso hemos creado el IDLab, que nos permite proporcionar a nuestros clientes de la industria de la automoción piezas de poliestireno expandido (EPS) o Airpop moldeadas con contenido reciclado garantizado.
Las piezas de plástico reciclado que utiliza Ford sirven para proteger los bajos de los coches y para el revestimiento de los arcos de las ruedas delanteras y traseras. Mejoran la aerodinámica y pueden ayudar a crear un mejor aislamiento acústico.
El uso de plástico reciclado en los automóviles no es novedad. Opel lo hace desde 1990. El modelo Calibra contenía cuatro tipos de materiales reciclados que incorporaba en los armazones de los faros delanteros y el deflector del agua, los soportes de los parachoques e incluso el colector de admisión.
El enorme potencial del polipropileno
También el grupo Renault apuesta por el uso de materiales reciclados. Desde el lanzamiento del modelo Megane II, a finales de 2014, ha alcanzado el 30% de los componentes. En marzo de 2019, el gigante de la automoción francés hacía público el estudio Closed-loop polypropylene, an opportunity for the automotive sector, en el que destaca el enorme potencial de este polímero como fuente de suministro para la industria automotriz, teniendo en cuenta además que garantiza los requerimientos de la regulación europea respecto a la recuperación de los materiales de los vehículos que han llegado al final de su vida útil, conocidos como ELV.
Recordemos que, según la Directiva 2000/53/EC, desde el 1 de enero de 2015 los fabricantes están obligados a reutilizar el 95% de los ELV: el 85% de los materiales que los componen y el 10% restante para generación de energía.
El estudio, publicado por Field Actions Science Reports, señala que en 2015 los derivados plásticos representaban el 17% del peso de los automóviles (12% correspondiente a polímeros y 5% a elastómeros), y que la previsión para 2030 indica que el porcentaje subirá hasta casi el 20% (15,6%, polímeros). El peso medio de los coches se reducirá de 1.250 a 1.123 kg, y contendrán 25 kg más de plástico. El reto es aumentar significativamente la cantidad de materiales reciclados.
El texto detalla el proyecto de Renault para potenciar la economía circular y de proximidad en la recuperación del polipropileno de los parachoques y los revestimientos del arco de las ruedas para que puedan ser inyectados en nuevas piezas de coche. La presencia del polipropileno expandido (EPP) en los componentes de la industria automotriz, de la que Knauf Industries Automotive es uno de los proveedores principales, está en continuo crecimiento por sus numerosas cualidades en cuanto a ligereza y mejora de la seguridad. Los fabricantes europeos consumen más de un millón de toneladas anuales de polipropileno.
La cantidad que se recupera para su reutilización aumenta cada año. A modo de ejemplo, en 2015, los centros de procesamiento de ELV franceses reciclaron 680 toneladas de polipropileno, equivalentes a los parachoques y revestimiento de arcos de rueda de 42.000 vehículos.
Inversión en eficiencia energética y sostenibilidad
También la industria española de componentes de automoción, una de las más potentes del mundo, expresa su compromiso con los objetivos europeos de descarbonización de la economía y el transporte. Según datos de la Asociación Española de Proveedores de Automoción (SERNAUTO), de la que Knauf Industries Automotive forma parte, el sector invirtió en 2018 1.545 millones de euros (el 4,2% de su facturación) en I+D+i para profundizar en las soluciones tecnológicas que permitan desarrollar vehículos cada vez más eficientes y sostenibles.
Entre estas soluciones se encuentra el incremento progresivo del uso de plásticos reciclados, si bien el estudio impulsado por Renault advierte que los procesos para su recuperación tienen que mejorar a fin de resultar más eficientes y conseguir productos finales de calidad y a un coste que pueda competir con las materias primas vírgenes.
Las principales dificultades se encuentran en la separación de los diferentes componentes que conforman las piezas y en la eliminación de los olores y los contaminantes, a fin de producir granulado de alta calidad adecuado para su reutilización.
En 2019, la Plastics Industry Association ha desarrollado un proyecto para demostrar la reciclabilidad de los termoplásticos de los parachoques. Los resultados son muy prometedores respecto a la previsión de un largo recorrido comercial para los nuevos componentes reciclados. La organización estadounidense afirma que existe la tecnología y el mercado para reciclar plásticos como el EPP provenientes de los coches, y constata el interés de las marcas para incorporarlos a sus procesos de diseño y fabricación.
Aunque el potencial de los plásticos reciclados en el sector de la automoción ha quedado demostrado por numerosos estudios y por su aplicación en los procesos industriales, todavía debe vencer algunas reticencias, también entre los fabricantes. Por ejemplo, en la convención de 2017 del Institute of Scrap Recycling Industries (ISRI) estadounidense, Toyota se refirió, como uno de los problemas a superar, a la existente percepción general de que el material reciclado tiene una calidad inferior. Para apostar por él, pues, debe cumplir las especificaciones técnicas y requisitos de calidad de la compañía y ofrecer una capacidad de suministro consistente.
Concienciación del sector y apuesta por la innovación tecnológica son los cimientos imprescindibles sobre los que continuar construyendo una industria automotriz sostenible.