Según un informe de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), durante el año 2021 la venta de coches eléctricos en el mercado europeo superó a la de vehículos diésel por primera vez en la historia. El período donde la caída en la venta de coches diésel fue más acusada fue de julio a septiembre, descendiendo hasta 10 puntos porcentuales: del 27,8 al 17,6% del total de ventas. Este dato es todavía más relevante si consideramos que en el año 2015, los coches diésel representaban más de la mitad de las ventas.
Durante muchos años, los vehículos diésel han sido muy populares en la mayoría de países europeos, debido principalmente al precio más bajo del gasoil en comparación con la gasolina. Sin embargo, a medida que los consumidores tomaron conciencia de que, aunque los motores diésel consumían menos combustible, generaban más emisiones nocivas a la atmósfera, el interés por este tipo de vehículos fue decreciendo.
Además, la imagen de los vehículos diésel sufrió un fuerte deterioro a raíz de un escándalo que salió a la luz en el año 2015. Las pruebas de emisiones de algunos modelos fueron manipuladas con la instalación de un software ilegal.
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La estricta normativa de la Unión Europea en materia medioambiental, exige reducir las emisiones de CO2 de los coches un 37,5% hasta el año 2030. Además, la Comisión Europea no escatima esfuerzos para acelerar la implementación del objetivo de cero emisiones para la industria del automóvil. Además, se encuentra sobre la mesa la posibilidad de prohibir por completo la venta de vehículos de combustión (gasolina y diésel) en el 2035.
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En la actualidad, cada vez más empresas automovilísticas han clausurado sus departamentos de desarrollo de motores diésel o tienen previsto hacerlo en breve. Algunas, incluso, están adelantando fechas para el cese de las ventas de este tipo de vehículos.
Es importante subrayar que estos objetivos también afectan al mercado los coches de gasolina, que actualmente representan hasta el 40% de las ventas de vehículos nuevos.
Coches eléctricos: ¿su precio sigue siendo demasiado alto?
De cualquier modo, muchos expertos del mercado del automóvil afirman que el auge de la electromovilidad se sostiene, básicamente, por dos factores: los ayudas para los coches eléctricos ofrecidos por algunos gobiernos y el segmento de consumidores partidario de las tecnologías ecológicas. Una opinión bastante generalizada es que, a pesar de las ayudas, los coches eléctricos son, en general, inasequibles para las personas con ingresos medios. Por lo tanto, siguen siendo un lujo que pocos pueden permitirse.
Teniendo en cuenta todo esto, lo cierto es que generar una demanda a largo plazo y lograr ventas masivas, que proporcionen a los fabricantes de coches eléctricos una rentabilidad adecuada, se antoja una difícil misión. Sin duda, las cosas serían más sencillas si se pudiesen bajar los precios de los vehículos eléctricos.
¿Cuánto cuesta fabricar y recargar un coche eléctrico?
En la actualidad, el costo de producción de los coches eléctricos es hasta un 50% más alto en comparación con los de combustión interna. Además, los fabricantes disponen de un tiempo relativamente corto para ajustar la producción, con el objetivo de cumplir con los estrictos límites de emisión de CO2. Esto hace que se concentren en ofrecer SUV grandes y coches eléctricos relativamente caros. Además, la electromovilidad se está topando en los últimos tiempos con otra barrera para su crecimiento: la subida del precio de la electricidad. En consecuencia, recargar las baterías de un coche eléctrico, incluso en el propio domicilio, resulta cada vez más costoso. Ante este panorama, existe la preocupación de que demasiadas personas ni siquiera puedan pagar un coche nuevo, lo que incluso podría conducir a una reducción del mercado global del automóvil.
¿Es posible bajar los precios de los coches eléctricos?
Una solución para el problema del alto precio de los vehículos eléctricos es priorizar la producción de coches urbanos eléctricos, de autonomía pequeña y asequibles. Sin embargo, esto requiere cambios en la legislación actual, apoyo gubernamental y tecnologías más económicas, que permitan una producción masiva y rentable de los componentes de los coches eléctricos. La tecnología de moldeo de Polipropileno Expandido (EPP) permite la fabricación rentable de una amplia gama de componentes para coches eléctricos modernos. Las excelentes propiedades del EPP, como el bajo peso, el aislamiento térmico y la absorción de impactos, permite su uso en asientos, techos, puertas e, incluso, protectores de baterías para coches eléctricos. La versatilidad, durabilidad y sostenibilidad de este material son valoradas muy positivamente por la grandes marcas de automóviles. De hecho, en la actualidad representa el 20-25% de todos los materiales plásticos utilizados en los coches modernos. La combinación de la tecnología de moldeo y el EPP abre un amplio abanico de opciones para mejorar la seguridad pasiva y el confort. Otro de sus puntos fuertes es que permite una extraordinaria adaptación a los requerimientos y necesidades de cada modelo de vehículo. Y todo esto un precio muy competitivo que facilita enormemente la optimización de costos.