El internet de las cosas o IoT (por sus siglas en inglés Internet of Things) es uno de los conceptos clave de la revolución digital en la que nos encontramos inmersos. El ámbito de aplicación de esta tecnología es amplísimo, abarcando tanto aspectos de nuestra vida cotidiana, como también procesos industriales muy avanzados. ¿Cuál es su impacto en el desarrollo de la industria de la automoción?
Internet de las cosas: ¿qué es?
Antes de adentrarnos en las aplicaciones específicas de esta tecnología en la industria automotriz, es importante definir este concepto de un modo general.
El IoT es un término que hace referencia a la red de objetos físicos, o “cosas”, que están equipados con varios tipos de sensores, software y otras tecnologías, con el fin de conectarse e intercambiar información a través de la red.
La comunicación digital entre dispositivos IoT tiene como objetivo optimizar varios tipos de procesos y, en última instancia, mejorar la experiencia del usuario.
Comúnmente, se hace una distinción entre una versión básica del IoT, que es utilizada por un gran número de usuarios en su día a día y un uso industrial del Internet de las Cosas. Este último tipo se utiliza en procesos avanzados, como la fabricación o logística.
IoT: ventajas y desventajas
Uno de los principales beneficios del uso habitual del internet de las cosas es que permite tomar decisiones de forma automática, facilitando de esta forma tanto el trabajo, como el día a día.
Todo esto se traduce una mayor comodidad para las personas, ya que se pueden tomar diferentes decisiones o realizar acciones sin necesidad de intervención humana directa.
Por ejemplo, un horno inteligente puede acabar de preparar la comida justo antes de que lleguen los dueños a casa, y que así se la puedan tomar recién hecha. O un equipo de domótica, bajar o subir las persianas o programar la calefacción o el aire acondicionado en función de las necesidades de cada momento.
Por su parte, los objetivos del IoT en la industria son más complejos, ya que tratan de aumentar la eficiencia y la seguridad de los procesos. Una forma de conseguirlo puede ser recopilar y analizar datos sobre el flujo de producción, el consumo de energía o el mantenimiento predictivo de los dispositivos.
De esta manera, es posible reducir costos, evitar posibles pérdidas y tiempos de inactividad, y mejorar continuamente el producto.
Sin embargo, el internet de las cosas puede tener también diversos inconvenientes. Uno de sus principales problemas es que, en ocasiones, se recopilan y procesan datos sensibles. Por lo tanto, existe la posibilidad de que esta información sea robada por terceros con fines delictivos, pudiendo utilizarse en perjuicio de los usuarios o las empresas.
Otro inconveniente es la posibilidad de que tenga lugar algún error en las aplicaciones de IoT que usan procesos de, por ejemplo, inteligencia artificial (IA). Esto puede derivar en la toma de decisiones erróneas de modo automático.
Las consecuencias de un error de cálculo en un sistema IoT que tome decisiones autónomas mediante la IA en una línea de montaje de una fábrica, pueden llegar a ser muy graves. Por ejemplo: pérdidas económicas considerables e, incluso, accidentes en que se vean involucradas personas.
Los riesgos del internet de las cosas
El internet de las cosas, como cualquier red digital, es vulnerable a interferencias externas, lo que plantea varios riesgos. Además del posible robo de datos antes mencionado, también existe el peligro de que terceros tomen el control de los dispositivos IoT.
En el caso de las empresas, esto puede generar no solo pérdidas relacionadas con el tiempo de inactividad de los equipos y el costo de solucionar las consecuencias del ataque, sino incluso riesgos para la salud de los empleados.
En el peor de los casos, un hacker puede acceder sin permiso a la base de datos a la que se conectan los coches autónomos y cambiar los algoritmos de control. No es difícil imaginar el escenario de una situación así: accidentes, descontrol, cao, desconfianza en el sistema…
Además, el software que controla un dispositivo IoT también puede juzgar mal la situación y tomar una decisión equivocada, sin necesidad de interferencia externa. Estos problemas ya se han producido en algunas pruebas de automóviles autónomos en EEUU.
Por supuesto, no se pueden evitar absolutamente todos los riesgos, pero sí es posible contrarrestarlos de manera proactiva. Para ello, es necesario asegurarnos de que se implementen las funciones de seguridad más recientes, mantener el software siempre actualizado y evitar el robo de datos sensibles.
Vale la pena recordar que la seguridad no solo depende de los fabricantes de hardware y software, sino también de la concienciación de los propios usuarios. Especialmente en lo que hace referencia a un uso responsable de redes y dispositivos.
Aplicación del internet de las cosas en la industria del automóvil
Debido a la creciente complejidad tanto de los vehículos como de los procesos en la industria automotriz, se puede concluir que la aplicación del IoT en este campo es fundamental.
La presencia del internet de las cosas en el sector de la automoción tiene lugar en dos áreas distintas: en las carreteras y en las fábricas de automóviles. Hoy en día, la IA no solo permite controlar en tiempo real el tráfico en las carreteras y, en base a esto, prevenir colisiones y atascos. También posibilita transmitir información a los vehículos inteligentes.
Los automóviles actuales tienen una cantidad cada vez mayor de sensores y sistemas que analizan, envían y recuperan datos de servidores centrales. Todo ello sirve para mejorar la comodidad del conductor y aumentar la seguridad del tráfico.
Es importante considerar que diseñar y fabricar vehículos que incorporen dispositivos IoT plantea nuevos retos a los fabricantes. Ahora, a los varios miles de componentes habituales de un automóvil, hay que sumar diversos dispositivos electrónicos inteligentes, manejados por un software específico. Estos elementos deben responder a unos estrictos estándares de seguridad, tanto de los usuarios como de los propios datos.
Sin la ayuda del IoT, los complejos procesos de fabricación de los automóviles actuales serían más lentos y estarían sujetos a un riesgo de error mucho mayor.
En las futuras fábricas de automóviles, el diseño de productos, la planificación de la producción, la logística, la operativa de las líneas de montaje o el mantenimiento de maquinaria y equipos ocurrirán, en gran medida, en el ámbito digital. Además, contarán con el apoyo activo de la inteligencia artificial.
Dispositivos IoT utilizados en la industria automotriz
En el contexto del IoT aplicado a la fabricación de coches cobran mayor importancia los sensores, medidores y controladores con los que están equipados, que los propios dispositivos específicos.
A través de cámaras y sensores, los robots de las líneas de producción pueden registrar datos relacionados con la operación de una máquina o proceso. La información adquirida de esta forma puede convertirse en el punto de partida para la optimización y las soluciones de la Industria 4.0.
Asimismo, el IoT se utiliza cada vez más en operaciones de mantenimiento predictivo. En las fábricas de BMW, por ejemplo, gracias a la gran cantidad de sensores con que van equipadas las diferentes máquinas de producción, es posible monitorear continuamente su funcionamiento y detectar posibles fallas de forma temprana. De esta forma, se evita tener que detener la producción y se reducen los costos generales de mantenimiento.
Todo el sistema se ejecuta en la nube, por lo que los equipos de mantenimiento de otras plantas saben qué piezas potencialmente defectuosas deben buscar.
También se está utilizando una solución similar en la planta de Audi en Ingolstadt (Alemania). Los empleados utilizan una aplicación IoT móvil que envía notificaciones automáticas cuando se produce alguna anomalía.
Los datos recopilados de los sensores en la red industrial de IoT también se pueden utilizar para optimizar el consumo de energía, reducir el desperdicio o mejorar el control de calidad.
Según el análisis del Grupo Capgemini, las plantas de fabricación que han implementado el Internet de las cosas, solo un año después ya han conseguido un aumento del 4,4% en la productividad.
El futuro del Internet de las Cosas en la industria del automóvil
El Internet de las cosas es una de las tecnologías líderes de la Industria 4.0, siendo un elemento clave en el impulso y crecimiento de la industria automotriz
La manifestación más visible de la revolución digital en la automoción es el creciente número de vehículos conectados a internet. Según un informe de Omdia, una prestigiosa compañía de investigación con sede en Londres, este tipo de vehículos alcanzarán la espectacular cifra de 571 millones en el 2025.
Ante el aumento de los precios del combustible y la energía, los sistemas inteligentes brindan las mejores respuestas sobre cómo reducir y racionalizar los costos de producción.
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