Hoy en día, muchas personas consideran que los coches eléctricos siguen siendo demasiado caros en comparación con los de motor de combustión. Sin embargo, la situación puede revertirse en poco tiempo.
Los expertos de la prestigiosa consultora Bloomberg NEF prevén que, incluso antes de que termine esta década, los precios de los coches eléctricos podrían caer lo suficiente como para que sean más baratos que los de combustión.
¿Cuáles son los precios medios de los coches eléctricos y de combustión?
Aunque cada vez se ven más coches eléctricos circulando por calles y carreteras, los automóviles de combustión interna siguen siendo mucho más populares. El principal motivo es que su precio es, actualmente, bastante más atractivo.
Si nos fijamos en los precios medios de los coches en 2020, un coche eléctrico valía unos 37.000 €, mientras que un coche con motor de combustión interna costaba la mitad: 18.000 €.
¿Significa esto que los coches eléctricos son un artículo al que solo pueden acceder las personas con alto poder adquisitivo? No tiene por qué ser así en absoluto. Por un lado, cada vez están saliendo al mercado modelos eléctricos más económicos. Además, muchos países europeos ofrecen subvenciones y beneficios fiscales muy atractivos para sus ciudadanos.
¿Cuánto cuesta actualmente el coche eléctrico más barato?
Hoy en día, el coche eléctrico más barato de Europa se puede comprar por algo menos de 18,000 €, una cantidad muy parecida al precio medio de un coche de combustión interna. Se estima que, teniendo en cuenta las subvenciones disponibles en países como, por ejemplo, Francia, este coste puede bajar notablemente: hasta los 12.000 mil €.
Sin embargo, un potencial comprador de un coche eléctrico a este precio debe aceptar que un automóvil de esta categoría se caracteriza por un equipamiento discreto, un rendimiento modesto y un espacio interior relativamente pequeño.
¿Cuándo bajará el precio de los coches eléctricos?
Según el informe de Bloomberg NEF, se espera que el punto de inflexión sea el año 2026. Se espera que en esa fecha se iguale el coste medio de comprar un coche de combustión mediano y uno eléctrico. El precio de ambos rondará los 19.000 €, impuestos incluidos.
Después de 2027, el precio de los coches eléctricos será cada vez más bajo, mientras que los coches de combustión serán ligeramente más caros. En 2030, por ejemplo, se espera que el precio medio de un coche eléctrico baje hasta unos 16.300 €, mientras que el precio de un coche de combustión interna alcance los 19.900 €.
La bajada de precios de los coches eléctricos se fundamentará en el espectacular desarrollo de las tecnologías de producción de baterías. Y también en las innovaciones en los componentes de automóviles fabricados de plásticos modernos, que permiten fabricar vehículos a un costo mucho menor.
¿Qué hará bajar el precio de los coches eléctricos?
La reducción del precio de los automóviles eléctricos se verá favorecida, principalmente, por la caída de los costos de producción de las baterías, que actualmente representan hasta el 40% del valor total del vehículo.
A pesar de que se ha producido un incremento puntual en los costos de fabricación de baterías, debido a las interrupciones en el suministro de materias primas, los analistas predicen una disminución a largo plazo.
Una bajada de precios que se verá impulsada, además, por el desarrollo de tecnologías de producción más eficientes, la apertura de nuevas fábricas y las innovaciones tecnológicas.
Así mismo, se espera que el precio del kWh se estabilice y acaba bajando, lo que convertirá la electromovilidad en más atractiva a ojos de los usuarios, potenciando su crecimiento. Todo esto facilitará que el automóvil eléctrico sea más asequible para un amplio mercado global.
¿Cómo afecta la tecnología de producción al precio de un automóvil?
Dado que el precio de los automóviles eléctricos está determinado, en gran medida, por los costos de producción de la batería, son las innovaciones en esta área las que conformarán el mercado en el futuro.
Una de las tecnologías más interesantes en este campo, que ya se encuentran en un estado de desarrollo muy avanzado, son las baterías de estado sólido a base de electrolitos. Estas baterías ofrecen el doble de densidad de energía y, a diferencia de las de iones de litio, no presentan peligro de explosión o ignición.
Cuando esta tecnología se encuentre plenamente desarrollada en el mercado, el volumen de baterías necesarias para alimentar un automóvil se reducirá a la mitad. También desaparecerá la necesidad de sistemas de enfriamiento adicionales, lo que se traducirá en precios más bajos para los automóviles eléctricos.
El creciente uso de plásticos innovadores, como el Polipropileno Expandido (EPP) espumado, por ejemplo, está teniendo también un gran impacto en la reducción de los costos de producción.
Los paquetes de baterías fabricados a partir de este material ya permiten producir baterías de manera más rentable, gracias a sus aplicaciones multifuncionales. No solo actúan como aislamiento térmico y de choque, sino que también simplifican significativamente el montaje de la batería.
El EPP espumado se usa ampliamente, hoy en día, en los interiores de los automóviles modernos, como relleno para asientos, puertas de automóviles, cabinas o pisos. Este material mejora la seguridad y el confort de conducción y, al mismo tiempo, reduce el peso del vehículo y aumenta su autonomía.
¿Sustituirán los coches eléctricos a los de combustión?
Según los analistas de Bloomberg NEF, la reducción del precio de los vehículos eléctricos tendrá un efecto muy positivo en sus ventas. Se estima que durante el período 2025-2030 la cantidad de autos eléctricos vendidos se cuadruplicará, pasando de 8,5 millones a 26 millones.
Después de una década, se espera que la cifra se duplique aún más, hasta los 54 millones en 2040. De esta forma, los coches eléctricos ya tendrían una cuota del 58% de las ventas globales.
Sin embargo, el precio de los coches eléctricos no será el único factor determinante de su creciente popularidad. En la actualidad, se está produciendo en todo el mundo un intenso debate sobre la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector del transporte.
En Europa, los automóviles de combustión interna se eliminarán por completo a partir del 2035, y en los EEUU, como en muchos países europeos, existen subvenciones para la compra de automóviles eléctricos.
Con el tiempo, esto debería significar una reducción drástica en el número, incluso el desplazamiento completo, de los automóviles de combustión. Probablemente, en poco más de una década poseer un vehículo con este tipo de propulsión se convertirá en un pasatiempo para los amantes de los autos clásicos.