En octubre de 2022, el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo decidieron imponer una prohibición total a la fabricación de coches y camiones de combustión interna, que está previsto que entre en vigor en 2035.
Sin embargo, antes del 2035 el mercado europeo del automóvil tiene que hacer frente a nuevos límites, introducidos por el programa "Fit for 55", entre otras normativas.
Dicho programa se plantea, a modo de objetivo intermedio, una reducción del 55 % de las emisiones de CO2 de los turismos y del 50 % de los vehículos comerciales en el año 2030, con respecto a 2021.
Por otro lado, la controvertida norma Euro 7, que estará plenamente vigente en el 2025, fija unos límites de las emisiones de los vehículos muy estrictos. Por ejemplo, por primera vez se tienen en cuenta factores como la formación de polvo durante la abrasión de las pastillas de freno.
En la práctica, estas normativas pueden significar una aceleración de la retirada del mercado de los coches de combustión interna y también de los híbridos.
¿Cuándo quedará prohibirá la venta de coches de combustión interna e híbridos?
La fecha clave es el 2035, puesto que, como hemos comentado, es el límite temporal impuesto por la Unión Europea para poder fabricar y vender vehículos nuevos que no sean de emisiones cero. Dicho de otro modo, a partir de esta fecha ya no se podrán matricular coches nuevos de combustión interna, ni tampoco vehículos híbridos.
Como resultado, la oferta de los fabricantes de vehículos estará compuesta, exclusivamente, de automóviles eléctricos o de hidrógeno.
No obstante, todavía se permitirá la compra y venta de automóviles de combustión interna de segunda mano. De cualquier modo, se espera que las restricciones de circulación y los impuestos adicionales provoque una reducción inmediata de este tipo de operaciones, en especial de vehículos diésel.
¿Se producirá un fin de la producción de automóviles de combustión interna antes de lo que exige la UE?
Como hemos señalado, antes del 2035 los fabricantes de vehículos deberán hacer frente a severas limitaciones, impuestas por el programa “Fit for 55” y la norma Euro 7. Esto se traducirá en mayores costos de producción y, por lo tanto, en precios más altos de los automóviles de combustión.
Según estimaciones de Morgan Stanley, el costo de reducir la huella de carbono y adaptar su oferta a los nuevos requisitos de los principales fabricantes de automóviles, como Volkswagen o Stellantis, será de entre 350-450 millones de euros. Por este motivo, muchos fabricantes ya han decidido cerrar las divisiones de desarrollo de motores de combustión interna, para centrarse en la electromovilidad.
Todo apunta a que el fin de la fabricación de automóviles de combustión interna se acabe produciendo mucho antes de lo que exige la Unión Europea.
¿Cómo funciona el motor de combustión interna del vehículo y cuánto CO2 se emite realmente?
El motor de combustión interna convierte la energía química en energía dinámica. Las explosiones de la mezcla de combustible y aire crean gases que, comprimidos y expandidos, hacen que los pistones se muevan.
El diseño de un motor diésel difiere bastante de un motor de gasolina. En el primero, el combustible se inyecta en las cámaras de combustión cuando el aire del interior está lo suficientemente caliente como para provocar una explosión. Por el contrario, en los motores de combustión interna alimentados con gasolina, el encendido lo provocan las bujías.
El propio principio del motor de combustión interna provoca que ambas soluciones generen altas emisiones. Para reducirlas, los fabricantes están utilizando una variedad de tecnologías cada vez más avanzadas. Algunos ejemplos son: filtros de partículas, reactores catalíticos, sistemas de recirculación de gases de escape EGR, reactores trifuncionales y sistemas de control electrónico para el motor de combustión interna, entre otros.
Según se desprende de los datos informados por los fabricantes, las soluciones implementadas son efectivas y las emisiones de CO2 de los automóviles se han reducido drásticamente en los últimos años.
Según JATO Dynamics, el nivel medio de los coches vendidos durante el 2021 en 21 países europeos ha disminuido de 120 g/km en 2015 a 106,7 g/km en 2020. El promedio más bajo lo alcanzaron los coches vendidos en los Países Bajos (83,1 g/km), Dinamarca (90,1 g/km), Portugal (90,8 g/km) y Suecia (93,3 g/km). En 2021, el nuevo límite aumentado de emisiones de CO2 fijado en la UE ya era de 95 g/km.
¿Será posible conducir un automóvil de combustión interna después de 2035?
Muchas personas se preguntan si será posible utilizar coches de combustión interna tras la entrada en vigor la norma Euro 7. La respuesta es una incógnita, pero lo que es seguro es que los precios de los vehículos de combustión se incrementarán.
No obstante, la prohibición de la fabricación de automóviles de combustión interna después de 2035 también plantea muchas preguntas. No podemos obviar que se seguirá permitiendo el uso y la compra de coches de combustión de segunda mano, y que un coche fabricado antes de la prohibición puede tener un ciclo de vida de unos 15 años.
De acuerdo con estos supuestos, no será hasta después del 2050 cuando nos encontremos con un tráfico en las carreteras europeas formado, exclusivamente, por vehículos de emisiones cero.
¿Qué requisitos tendrán que cumplir los coches nuevos?
La norma Euro 7, a diferencia de la normativa anterior, no contempla la imposición de nuevos límites a las emisiones de CO2, ya que se pretende que a partir de 2035 todos los vehículos nuevos sean de emisión cero.
Sin embargo, existe un nuevo límite de emisión de NOx para motores de combustión interna de 60 mg/km independientemente del tipo de combustible. Esto no tiene mucho impacto en los motores de gasolina, que ya tienen que cumplir esta condición de acuerdo con la norma Euro 6. Sin embargo, se ha elevado el estándar para los motores diésel, que hasta ahora era de 80 mg/km.
Al mismo tiempo, las emisiones de partículas de los sistemas de escape de los automóviles se reducirán en un 13 %, y las emisiones de líquido de frenos en un 27 %. También se ha tenido en cuenta el polvo del sistema de frenado, pero aún no se han determinado los métodos para calcular este parámetro.
Además, los vehículos tendrán que cumplir estos requisitos durante el doble de tiempo que antes. Según la norma Euro 6, son 5 años o 100.000 kilómetros, y a partir de 2025, 10 años o 200.000 kilómetros.
El papel de los componentes de Polipropileno Expandido en la reducción de las emisiones de CO2
Los fabricantes están utilizando todo tipo de medidas para reducir los niveles de combustión de los automóviles: coches de menor tamaños y más ligeros y desarrollo de sistemas para reducir las emisiones.
Los diseñadores de automóviles deben equilibrar, hábilmente, los requisitos de protección ambiental, seguridad, resistencia estructural y diseño. Una excelente solución a este problema son los componentes modernos de plástico para automóviles, que reducen drásticamente el peso de los distintos elementos, al tiempo que garantizan su excelente rendimiento.
Uno de los materiales más utilizados es el Polipropileno Expandido (EPP), cuya estructura consiste en un 95% de aire. El material celular no se deforma ni se desintegra de forma permanente, por lo que se utiliza con éxito incluso en los sistemas de seguridad pasiva de los automóviles.
Debido a sus excelentes propiedades de aislamiento térmico y eléctrico, también se utiliza para fabricar sistemas de aislamiento para baterías de automóviles, que protegen las celdas de elementos nocivos. De esta forma, también contribuye a aumentar la vida útil y la autonomía de los coches ecológicos del futuro.