Los automóviles fabricados en la última década incorporan muchos sistemas de seguridad que ni siquiera notamos durante la conducción diaria. Uno de esos elementos invisibles de la seguridad pasiva es el parachoques, que normalmente queda integrado en la carrocería del vehículo. Descubre de qué están fabricados y cuáles son sus funciones.
Cuando observamos los complejos diseños de los parachoques de automóviles de hoy en día, nos cuesta comprender que, en sus orígenes, únicamente servían como decoración del coche, sin brindar protección alguna en caso de colisión. Ya en 1910, los fabricantes de automóviles comenzaron a usar tiras de acero unidas en la parte trasera y delantera del vehículo. En aquella época, los coches circulaban a muy bajas velocidades, por lo que solo precisaban el parachoques para evitar reparaciones costosas en caso de contacto con algún obstáculo.
A medida que la industria automotriz fue creciendo y desarrollándose, los diseños de los automóviles se hicieron más sofisticados y mejoraron su estética, así como también su capacidad de protección ante los accidentes. Durante la década de 1960 y principios de los 70, la prestigiosa marca de automóviles Generals Motors comenzó a introducir los primeros parachoques de plástico. Estos resultaban útiles para absorber la energía de una colisión a baja velocidad sin sufrir daños permanentes. Hoy en día, los parachoques modernos están totalmente integrados en la carrocería del automóvil y tienen diferentes funciones. No obstante, su objetivo principal es garantizar la seguridad, no solo de los ocupantes de los vehículos, sino especialmente de los peatones.
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Cómo se construyen en la actualidad los parachoques de los automóviles
Los parachoques de los automóviles modernos deben tener un diseño con la suficiente resistencia para actuar como un amortiguador ante un impacto. Su elemento principal es una sección estructural de acero, que se conoce como viga de parachoques. Este refuerzo se coloca horizontalmente en el panel frontal y trasero, soportando la carga más pesada durante un choque. La mayoría de parachoques de los coches actuales están recubiertos de un acolchado de Polipropileno Expandido (EPP), un material muy resistente y flexible. En caso de accidente, el acolchado del parachoques disipa la energía cinética y reduce el ruido durante la conducción.
A este elemento se le suele dar una forma perfilada, que corresponde a la geometría de la parte más exterior del parachoques. Esta parte es una cubierta moldeada por inyección de materiales termoplásticos como Polipropileno (PP) o Policarbonato (PC). Hoy en día, muchos modelos de automóviles integran en el parachoques varios elementos adicionales electrónicos: sensores de estacionamiento, cámara de marcha atrás, luces antiniebla y, a veces, tomas de aire adicionales.
Parachoques de seguridad: ¿cuáles son sus funciones?
Como hemos señalado, la función principal de un parachoques de automóvil es compensar los efectos de una posible colisión, tanto para los pasajeros como para los peatones. Los diseñadores y fabricantes de la industria de la automoción buscan, constantemente, el diseño y los materiales más adecuados para equilibrar rigidez y flexibilidad con dureza y la resistencia. Generalmente, cuanto más fuerte y resistente es el diseño del parachoques, mejor protege la estructura del automóvil. Sin embargo, estas características pueden convertirlo en peligroso para otros vehículos y peatones.
Teniendo en cuenta que, la mayoría de veces, los parachoques se rompen durante choques de alta velocidad, en la práctica apenas ofrecen protección para los pasajeros del vehículo. De hecho, la principal fuerza de choque es absorbida por el marco reforzado y las zonas de aplastamiento de control del vehículo. En realidad, el parachoques actúa solo como primera barrera durante el contacto. Sin embargo, esta amortiguación inicial sí es útil para que los airbags tengan tiempo de desplegarse. En definitiva, un parachoques de automóvil sirve, hoy en día, principalmente como protección en caso de colisiones a baja velocidad. Por otra parte, la forma y la curvatura del panel frontal del automóvil y el diseño del capó están destinados, principalmente, a minimizar las lesiones de los peatones en caso de colisión.
¿Es necesario reparar la estructura del parachoques?
Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de EEUU (NHTSA), los choques de peatones aumentaron entre el 12 y el 17% durante el periodo que va del año 2008 la 2018. Por su parte, la Asociación de Seguridad en las Carreteras señala otro dato muy preocupante durante el mismo periodo de tiempo: el número de accidentes de peatones con resultado de muerte aumentó de 4.109 a 6.238. El aumento de la popularidad de los SUV y crossovers más grandes, que tienen un capó y un parachoques más altos, se considera el principal motivo de este aumento de los siniestros de peatones en número y gravedad. Por otro lado, la diferencia en la posición de la viga del parachoques también es un factor potencialmente peligroso en el caso de una colisión entre un SUV y un automóvil de pasajeros más pequeño. Hasta el punto de que, incluso a bajas velocidades, la estructura de este último puede dañarse significativamente.
Dada la creciente popularidad de los SUV en toto el mundo, especialmente en EEUU y Europa, se hace necesario adoptar soluciones adecuadas. Aunque los automóviles nuevos están equipados con sistemas activos para proteger a los peatones, como puede ser el frenado automático cuando se detecta un peligro o las advertencias al conductor, estos no siempre funcionan correctamente o con la rapidez necesaria. Los datos anteriores demuestran la vital importancia de que tanto el parachoques como el panel frontal del vehículo deben estar diseñados correctamente, priorizando la seguridad en caso de colisión.
Polipropileno Expandido: el mejor material para la producción de parachoques
En lo que respecta a la seguridad peatonal, el papel más importante lo desempeña el acolchado flexible del parachoques, que actúa como amortiguador. En esta área, en la actualidad se utilizan, como principal opción, los materiales de espuma. Es cierto que se están investigando algunas alternativas, como por ejemplo, un parachoques de corcho de roble, pensados para coches con capó alto, o un amortiguador con rotores especiales para disipar la energía cinética. Pero son solo soluciones para algunos tipos de vehículos muy concretos. En general, hasta ahora, la espuma de EPP ha demostrado ser el mejor material para el relleno de parachoques. Su principal ventaja es que combina una gran resistencia mecánica con una alta elasticidad para amortiguar eficazmente la energía del impacto. Esto lo convierte en más seguro para los peatones.
El amplio abanico de posibilidades que ofrece el EPP de Polipropileno Espumado procesado en las plantas de Knauf Automotive, permite una fácil adaptación a las característica y propiedades de los diferentes componentes del automóvil. Como por ejemplo: acolchados de parachoques o cubiertas de las rejillas.
El EPP destaca por su resistencia mecánica y elasticidad, así como por sus propiedades de amortiguación de ruido e incluso de aislamiento térmico. Además, el EPP no se rompe ni se desintegra con el impacto, sino que se deforma a corto plazo y vuelve inmediatamente a su forma original. Gracias al software de última generación y a las técnicas de visualización 3D , es posible elaborar la mejor solución de elementos amortiguadores, que cumplan plenamente con los requisitos de un proyecto determinado, tanto en términos de seguridad como estéticos.