Hasta hace poco, el principal argumento en contra de la adquisición de un vehículo eléctrico (EV) era su limitada autonomía. Sin embargo, hoy en día, algunos modelos pueden alcanzar los 700 km. De hecho, en determinadas circunstancias, las autonomías de algunos coches eléctricos pueden compararse, incluso, a las de los de combustión.
En cualquier caso, es importante tener en cuenta que la autonomía es un parámetro que depende de muchos y muy diferentes factores.
¿Qué coches eléctricos tienen mayor autonomía?
Los coches eléctricos se diferencian cada vez menos de los vehículos de combustión interna en cuanto a potencia, velocidad y autonomía. Las baterías de iones de litio con que van equipados los coches eléctricos actuales proporcionan una autonomía mínima de 400 km, y muchos modelos los superan ampliamente.
Marcas punteras, como Mercedes, BMW y Tesla, aseguran que algunos de sus modelos más destacados pueden llegar a recorrer más de 700 km con una sola carga, lo que equivaldría a un desplazamiento desde Varsovia (Polonia) a Viena (Austria).
No obstante, es importante tener en cuenta que las cifras facilitadas por los fabricantes son el resultado de pruebas realizadas en condiciones específicas. En la práctica, la cantidad de km sin recargar que puede recorrer un automóvil está determinada por factores como la forma de conducir, el terreno, el estado de la batería e, incluso, las condiciones climáticas.
Factores que afectan a la autonomía real de un coche eléctrico
De todos es conocido que los requisitos de energía de cualquier automóvil no son los mismos en todas las condiciones, y que cambian constantemente. Entonces, ¿de qué depende la autonomía de un coche eléctrico?
Los conductores experimentados saben que el estilo de conducción tiene una gran importancia, pero no es el único factor que considerar. En todos los vehículos, el aumento del consumo de energía en general se ve afectado por la aceleración y desaceleración dinámicas. Por lo tanto, una conducción suave, a velocidades relativamente bajas, garantiza un tiempo mayor entre las recargas de un automóvil eléctrico.
Sin embargo, existen otros muchos factores que escapan al control del conductor, como son el propio peso del vehículo, el número de pasajeros, la carga transportada, el peso de las baterías o el tipo de terreno. Las reglas son simples: cuanto más pesado sea el automóvil y más subidas tenga que superar, más rápido tendrá que recargar la batería.
Otro rasgo característico de los coches eléctricos es el gran impacto sobre la batería del aire acondicionado y la calefacción. El sistema de refrigeración consume una gran cantidad de energía almacenada en la batería, por lo que la autonomía real de los coches eléctricos, especialmente en invierno, será considerablemente menor que en temporadas con temperaturas moderadas.
¿Cuánto cuesta cambiar la batería de un coche eléctrico y cuándo hay que hacerlo?
A pesar de que en los coches eléctricos se utilizan baterías de nueva generación, con el paso del tiempo todas van perdiendo capacidad, lo que las convierte en menos eficientes. A medida que van envejeciendo, las celdas de las baterías comienzan a dañarse y desactivarse de forma gradual. Como resultado, la batería cada vez puede almacenar menos energía, necesitando recargas más frecuentes.
Hoy en día, los fabricantes estiman la duración de la batería de un coche eléctrico en unos 900 ciclos de carga completa. Una cifra que debería ser suficiente para unos 240-300 mil km, lo que equivale a 20-25 años de funcionamiento para un conductor medio.
La rápida reducción de la autonomía de los vehículos eléctricos es un fenómeno que se ha dado, únicamente, en los modelos más antiguos. Uno de los motivos, ya solucionado en los vehículos modernos, era la falta de un sistema de enfriamiento eficaz de las baterías.
Cuando la eficiencia de una batería ya no garantiza una autonomía del vehículo aceptable, llega el momento de plantearse su recambio. Llegados a este punto, la cuestión es: ¿cuánto me va a costar cambiarla? Esta pregunta no está exenta de cierta polémica, ya que no todas las marcas son transparentes con este dato. En cualquier caso, la sustitución total de la batería es cara, pudiendo superar los 20.000 € en algunos casos.
¿Se puede ampliar la autonomía de un EV?
Los coches eléctricos modernos permiten, en la mayoría de los casos, realizar viajes largos sin demasiados problemas. No obstante, sí que es cierto que, en algunas zonas, el acceso a los cargadores es bastante limitado. Esto reduce la comodidad de utilizar coches eléctricos por las colas y la necesidad de planificar las rutas en función de los puntos de recarga existentes.
Es de esperar que, en unos pocos años, los puntos de recarga para coches eléctricos sean tan numerosos y comunes como las estaciones de servicio tradicionales. Pero hasta que llegue este momento los fabricantes no tienen más remedio que invertir en I+D+i (investigación, desarrollo e innovación) para aumentar la autonomía de los automóviles eléctricos.
Por otra parte, los conductores de coches eléctricos deben usar sus vehículos con mucho cuidado y destreza, con el fin de disfrutar de rangos de autonomía cercanos a los indicados por los fabricantes.
En este contexto, es aconsejable limitar el uso de la calefacción o elegir una bomba de calor en lugar de un calefactor tradicional. Este último extrae grandes cantidades de energía directamente de la batería durante su funcionamiento.
Al mismo tiempo, los principales fabricantes están trabajando en nuevos tipos de baterías para automóviles eléctricos más eficientes, con el fin de garantizar condiciones de funcionamiento ideales, durante más tiempo y en cualquier circunstancia.
También se está trabajando en nuevas soluciones para proteger las células de las baterías de los daños, alargando así su vida útil. El material cada vez más utilizado en este sentido es el Polipropileno Expandido (EPP).
El papel de los componentes plásticos en la mejora de los vehículos eléctricos
Las componentes moldeados con EPP están conquistando el sector de la fabricación de automóviles eléctricos, debido a sus excelentes propiedades. Entre otras ventajas, reducen el peso del automóvil, al mismo tiempo que absorben perfectamente los golpes. Otras ventaja es su capacidad para proporcionar un excelente aislamiento térmico y prolongar la vida útil de los componentes.
El EPP está compuesto de un 95% de aire, por lo que no solo es extremadamente ligero, sino también muy fuerte y resistente a la deformación. Como resultado, puede utilizarse en una amplia gama de aplicaciones para la industria de la automoción: sistemas de seguridad pasiva, rellenos de asientos, aislamiento de cabina o producción de las cajas de las baterías de los automóviles eléctricos.
Uno de los usos más interesante del EPP es como solución de aislamiento y protección de las baterías. Este tipo de plásticos espumados son muy eficaces para prolongar la vida útil de las celdas, protegiéndolas de temperaturas extremas, daños mecánicos o fallas eléctricas.
El EPP es un material innovador con cada vez más aplicaciones en el sector de la automoción, mejorando las prestaciones de los coches eléctricos. Además, también facilitan que los coches de combustión puedan cumplir con unos estándares de emisiones cada vez más estrictos.