La entrada en vigor del nuevo estándar de emisiones de vehículos de pasajeros Euro 7, prevista para el período 2025/2026, reemplazará el estándar vigente en la actualidad: el Euro 6D. Se espera que la nueva normativa imponga límites de emisión aún más estrictos a los fabricantes. ¿Qué significa esto para el mercado de automóviles de pasajeros y qué soluciones pueden ayudar a cumplir con los nuevos requisitos?
La normativa Euro 7: ¿qué implica?
Todo apunta a que la última normativa Euro 7 introduzca nuevas restricciones, aún más estrictas que las actuales, sobre las emisiones de monóxido de carbono, partículas PM 10 y PM 2,5, así como NOx. También se endurecerán los requisitos para los dispositivos de postratamiento utilizados en los automóviles, en forma de filtros de partículas y convertidores catalíticos.
¿Cuándo se supone que entrará en vigor la normativa Euro 7?
La presentación de la redacción definitiva de la normativa Euro 7 está prevista para este mismo año. Aunque la realidad es que ya se ha aplazado dos veces, principalmente por las dudas que suscita en la industria del automóvil. La primera de ellas está relacionada con la rigurosidad de los límites, que se calcula que sean varias veces superiores a los actuales.
Cabe mencionar que la norma Euro 6D, vigente desde el 1 de enero de este año, es ya muy exigente. Hasta el punto de haber provocado la desaparición del mercado de algunos modelos de vehículos de gasolina, en especial coches urbanos de pequeño tamaño.
Sin embargo, el mayor problema es el poco tiempo que tendrán los fabricantes para adaptarse a los nuevos requisitos. Como hemos citado, el estándar de emisiones Euro 7 entrará en vigor en menos de tres años: a partir de 2025.
¿Qué es Euro 7 y cómo puede cambiar la industria del automóvil?
El estándar Euro 7 más estricto es parte del objetivo general de la Unión Europea de lograr la neutralidad de CO2 en el año 2050. Representa un intento de acelerar el cambio hacia la reducción de la huella de carbono, que ya estamos viendo en la industria de la automoción.
En el momento de la presentación de las primeras propuestas para las nuevas regulaciones, en octubre de 2020, los fabricantes de automóviles argumentaron que los límites de emisión tan estrictos serían inalcanzables para los motores de combustión interna. El resultado más llamativo será la eliminación gradual del diésel.
¿Cuál es el último estándar de emisiones y para qué está diseñado?
La Comisión Europea ha subrayado que el objetivo de la nueva normativa no es excluir determinados tipos de propulsión, sino mejorarlos para que provoque un menor impacto medioambiental.
Por lo tanto, la redacción final del Euro 7 se ha realizado conjuntamente con la industria y del automóvil y teniendo en cuenta que los requisitos sean técnicamente factibles. Como resultado, el borrador se ha flexibilizado, lo que no significa que no se realicen cambios importante respecto al anterior estándar.
Elevar drásticamente los límites Euro 7 podría provocar un importante encarecimiento de todos los vehículos de combustión interna. Esto se traduciría en costos prohibitivos para un importante porcentaje de compradores actuales.
¿Significa la Euro 7 el final de los pequeños coches urbanos de combustión?
Muchos observadores del mercado señalan que la regulación actual de los niveles de emisión Euro 6D ha provocado la expulsión del mercado de un tipo determinado de vehículos. Se trata de los coches urbanos de gasolina de reducido tamaño y más económicos.
Esto se debe a que el costo de usar dispositivos de postratamiento más eficientes o sistemas de propulsión híbridos constituye la mayor parte del precio de todo el automóvil. Por lo tanto, a los fabricantes de automóviles les resultan más rentables lo automóviles híbridos o eléctricos de tamaño grande y mediano. Y por eso se enfocan en este tipo de producción. El estándar de emisiones Euro 7 más estricto acelerará aún más esta tendencia.
Muchas empresas de automoción tienen la intención de dejar de producir coches de gasolina incluso antes de la fecha prevista de eliminación gradual, fijada para el 2035. No obstante, existen también algunos fabricantes que declaran abiertamente sus intenciones de fabricar automóviles de combustión para el mercado europeo durante el mayor tiempo posible.
Ante la nueva norma Euro 7, más estricta, las marcas de automóviles que sigan apostando por la combustión interna se enfrentarán a desafío de tener que reducir, radicalmente, las emisiones de material particulado, CO2 y NOx. Para conseguirlo, cuentan con la ayuda de los nuevos de materiales.
En este contexto, los plásticos innovadores, como el Polipropileno Espumado (EPP), están ganando cada vez mayor importancia en la industria automotriz.
Polipropileno Expandido: la respuesta al desafío Euro 7
Como señalan los redactores de la norma Euro 7, esta pretende ser una continuación de las disposiciones contenidas en la norma Euro 6D. Es decir, no se trata de una norma completamente nueva.
Sin embargo, a la industria automotriz no le queda otra opción que trabajar en optimizaciones e innovaciones para cumplir con los ambiciosos objetivos ambientales de la Unión Europea. Los coches eléctricos tienen, por ahora, unas autonomías demasiada cortas.
Por su parte, los motores de combustión interna deben seguir siendo optimizados para reducir las emisiones. Ambos objetivos conducen a la necesidad de reducir aún más el peso de los vehículos mediante el uso de nuevas tecnologías de materiales más ligeros. Una de esas tecnologías es la producción de componentes de automóviles a partir de EPP.
El método de moldeo de plástico expandido permite la producción de cantidades importantes de componentes de alta calidad, los cuales tienen un peso mínimo y una excelente resistencia.
Hoy en día, el material EPP compuesto en un 95% por aire reemplaza con éxito el plástico tradicional o la espuma de poliuretano. Se usan, además, en áreas tan diversas como la producción de asientos, paneles de puertas, cabinas de automóviles o rellenos de pisos y baúles. Una de sus ventajas es que reduce su peso hasta en un 50%, en comparación con los materiales tradicionales.
Al mismo tiempo, el EPP es un material muy resistente, por lo que puede usarse también en la producción de amortiguadores de parachoques. En definitiva, se trata de un material óptimo y versátil, con capacidad para respaldar los cambios y desafíos en la industria automotriz, tanto actuales como de futuro.